capítulo 18 – palabras de amor
es casi automático identificar el ingreso a la
poesía con el amor, con ese sentimiento que lleva a tantos significantes
hermosos, alegres y tristes, que rebota en tantas imágenes
como una necesidad vital que ya vivimos con
curiosidad en la infancia decir y escribir te quiero a alguien
y dejar que esa simple frase explote en
comparaciones y metáforas, colores y aromas y ritmos
cielos y flores y árboles manos y caminos y miradas
y obras de arte novelas canciones obras de teatro
el amor genera un universo inabarcable de expresión
humana
y eso que siempre en un punto no sabemos bien qué
es…
//
Claro que
en este capítulo nos referimos al amor erótico, al amor de enamoramiento, de
pareja. Está ese otro amor tan extenso: los hijos, las amistades, una vocación,
un lugar propio. Que también tiene otras escrituras tan extensas.
Los y las
poetas de todos los tiempos en sus versos han intentado DEFINIR el amor. Y yo
creo que la poesía es el código que más se le acerca
También
tienen definiciones del amor:
la
filosofía
la
psicología
las
neurociencias
la biología
la religión
No
obstante, es en la poesía donde la lógica del amor puede existir: llena de
contrarios, de absurdos, de irracionalidades y al mismo tiempo con un profundo
sentido.
Por ejemplo
uno de los libros para mi más valiosos acerca del amor es La llama, de Octavio
Paz, poeta mexicano:
“El amor
está compuesto de contrarios pero que no pueden separarse y que viven sin cesar
en lucha y reunión con ellos mismos y con los otros. Estos contrarios, como si
fuesen los planetas del extraño sistema solar de las pasiones, giran en torno a
un sol único. Este sol también es doble: la pareja. Continua transmutación de
cada elemento: la libertad escoge servidumbre, la fatalidad se transforma en
elección voluntaria, el alma es cuerpo y el cuerpo es alma. Amamos a un ser
mortal como si fuese inmortal. Lope lo dijo mejor: a lo que es temporal
llamamos eterno. Sí, somos mortales, somos hijos del tiempo y nadie se
salva de la muerte. No sólo sabemos que vamos a morir sino que la persona que
amamos también morirá. Somos juguetes del tiempo y sus accidentes: la
enfermedad y la vejez, que desfiguran al cuerpo y extravían al alma. Pero el
amor es una de las respuestas que el hombre ha inventado para mirar de frente a
la muerte. Por el amor le robamos al tiempo que nos mata unas cuantas horas que
transformamos a veces en paraíso y otras en infierno. De ambas maneras el
tiempo se distiende y deja de ser una medida”, dice Paz en La llama
doble.
el tema más presente en la escritura y en el arte es el amor
nos constituye
nos engendra
nos hace escribir y a la vez no saber qué decir
poemas, canciones, novelas
toda clase de creaciones
Roland Barthes escribió un libro hermoso en el que
precisamente enfrenta el problema:
“Querer
escribir el amor es afrontar el embrollo del lenguaje: esa
región de enloquecimiento donde el lenguaje es a la vez demasiado y
demasiado poco, excesivo (por la expansión ilimitada del yo, por la
sumersión emotiva) y pobre (por los códigos sobre los que el amor lo doblega y
lo aplana). Ante la muerte de su hijo-niño, para escribir (no serían más que
jirones de escritura), Mallarmé se somete a la división parental:
Madre,
llora
Yo, pienso
Pero la
relación amorosa ha hecho de mí un sujeto atópico, indiviso: soy mi propio
niño: soy a la vez padre y madre (de mí, del otro): ¿cómo podría dividir el
trabajo?
5. Saber
que no se escribe para el otro, saber que esas cosas que voy a escribir no me
harán jamás amar por quien amo, saber que la escritura no compensa nada, no
sublima nada, que es precisamente ahí donde no estás: tal es el
comienzo de la escritura.”
En otro
fragmento:
¿Qué pienso
del amor? —En resumen, no pienso nada. Querría saber lo que es, pero estando
dentro lo veo en existencia, no en esencia. Aquello de donde yo quiero conocer
(el amor) es la materia misma que uso para hablar (el discurso amoroso).
Ciertamente se me permite la reflexión, pero como esta reflexión es
inmediatamente retomada en la repetición de las imágenes no deriva jamás en
reflexividad: excluido de la lógica (que supone lenguajes exteriores unos a
otros), no puedo pretender pensar bien. Igualmente discurriré bellamente sobre
el amor a lo largo del año, pero no podré atrapar el concepto más que «por la
cola»: por destellos, fórmulas, hallazgos de expresión, dispersados a través
del gran torrente de lo Imaginario; estoy en el mal lugar del amor, que es su
lugar deslumbrante: «El lugar más sombrío —dice un proverbio chino— está
siempre bajo la lámpara».
y esos
contrarios los encontramos en este soneto ya antiguo y genial de otro poeta:
Es hielo abrasador, es fuego helado…
Francisco de Quevedo
Es hielo
abrasador, es fuego helado,
es herida
que duele y no se siente,
es un
soñado bien, un mal presente,
es un breve
descanso muy cansado.
Es un
descuido que nos da cuidado,
un cobarde
con nombre de valiente,
un andar
solitario entre la gente,
un amar
solamente ser amado.
Es una
libertad encarcelada,
que dura
hasta el postrero paroxismo;
enfermedad
que crece si es curada.
Este es el
niño Amor, este es su abismo.
¿Mirad cuál
amistad tendrá con nada
el que en
todo es contrario de sí mismo!
se atribuye
la condición de poema de amor más antiguo de lo que se conoce a una escritura
de hace unos cuatro mil años, en Sumeria, cuya traducción seguramente
arbitraria es esta:
"Novio, amado de mi corazón,
Grande es tu hermosura, dulce como la miel,
León, amado de mi corazón,
Grande es tu hermosura, dulce como la miel.
Me has cautivado, déjame presentarme temblorosa ante ti.
Novio, dejaría que me llevaras a la alcoba,
Me has cautivado, déjame presentarme temblorosa ante ti,
León, dejaría que me llevaras a la alcoba.
Novio, déjame acariciarte,
Mi delicada caricia es más suave que la miel,
En la alcoba llena de miel,
Déjame disfrutar de tu gran hermosura,
León, déjame acariciarte,
Mi delicada caricia es más suave que la miel.
Novio, has obtenido placer de mí,
Díselo a mi madre, ella te dará manjares,
Y mi padre te colmará de regalos.
Tu espíritu, sé cómo alegrar tu espíritu,
Novio, duerme en nuestra casa hasta el amanecer.
Tu corazón, sé cómo hacer que se regocije tu corazón,
León, duerme en nuestra casa hasta el amanecer.
Tú, porque me amas, Te ruego que me des tus caricias,
Mi señor dios, mi señor protector,
Mi Shu-Sin, que alegra el corazón de Enlil,
Te ruego que me des tus caricias.
Sobre tu sitio, dulce como la miel, te ruego que pongas tu mano,
Pon tu mano encima de él como sobre una prenda gishban,
Cúbrelo como a una prenda gishban-sikin".
nos muestra
la escritura de amor como un pedido, pero a la vez como una promesa bellísima:
sé como
hacer que se regocije tu corazón
una promesa
que puede ser erótica, espiritual o sentimental o todo un poco mezclado
La frase de
Lacan: “Amar es dar lo que no se tiene, a quien no es” y la mezcla de pobreza y
riqueza en el mito filosófico
libro
“El banquete”, de Platón, en donde se le da voz a Sócrates que nos recomienda
preguntarle a la vieja y sabia Diotima quien le da a Sócrates una genealogía
del amor diciendo que es el hijo de la Circunstancia y
la Necesidad. El Olimpo está de fiesta. Los inmortales celebran
regocijadamente el nacimiento de Afrodita (Venus), la bella diosa del amor. En
las copas de oro corre abundante el néctar, para estimular la expansión de la
despreocupada alegría. Los dioses ríen.
Terminado el festín, surge una figura andrajosa y escuálida, Penia, la Miseria
o Indigencia, viene a mendigar los restos del banquete. Pero, antes de iniciar
movimiento alguno en dirección a la mesa, vislumbra la figura de Poros, el
Recurso, dios de la Abundancia, hijo de la Prudencia (Previsión).
Lo ve de lejos cuando, embriagado por el exceso de néctar, se aleja de los
inmortales y penetra en el jardín de Zeus (Júpiter). Allí el joven se acuesta y
pronto cae en pesado sueño.
Indigencia, que está siempre a la búsqueda de medios o recursos para poder
sobrevivir, toma en ese instante una resolución: tener un hijo de Poros. Y con
esa intención se dirige también al jardín. Silenciosamente, se acuesta junto al
Recurso. Lo abraza, lo despierta. Y concibe el hijo deseado: Eros, el Amor.
Engendrado el día del nacimiento de Afrodita, el hijo de Penia será para
siempre el compañero y paje de la Belleza. Porque de su madre hereda la
permanente carencia y el destino andariego. Y de su padre le vienen el coraje,
la decisión y la energía que lo hacen astuto cazador. Ávido de lo Bello y lo
Bueno, de las dos herencias reunidas proviene su destino singular: ni mortal ni
inmortal. Ora germina y vive -cuando enriquece- Ora muere y de nuevo renace.
Perennemente transita entre la vida, la muerte y la resurrección.
Marcado por la creencia que le transmite Penia, no es sabio. Pero se esfuerza
por conocer. Por amor a la Sabiduría, Eros filosofa.
de los
versos de amor, de cantidad y hondura infinita, algunos se vienen en mente:
Leopoldo
Marechal:
con el
número dos nace la pena
Borges:
me duele
una mujer en todo el cuerpo
el poeta
Maya quiché, humerto Ak aval:
«Mayuli»
Cuando
estás conmigo
no sé dónde
queda el mundo.
//
Cortázar:
«Así viven
muchos amigos míos, sin hablar de un tío y dos primos, convencidos del
amor-que-sienten-por-sus-esposas. De la palabra a los actos, che; en general
sin verba no hay res. Lo que mucha gente llama amar consiste en elegir a una
mujer y casarse con ella. La eligen, te lo juro, los he visto. Como si se
pudiese elegir en el amor, como si no fuera un rayo que te parte los huesos y
te deja estaqueado en la mitad del patio. Vos dirás que la eligen
porque-la-aman, yo creo que es al verse. A Beatriz no se la elige, a Julieta no
se la elige. Vos no elegís la lluvia que te va a calar hasta los huesos cuando
salís de un concierto».
//
Las
palabras
no hacen el
amor
hacen la
ausencia
Alejandra
Pzarnik
//
esta última
cita es cierto que desnuda un poco lo que hacemos escribiendo y leyendo el
amor: un acto diferente de vivirlo
diferente
por distinto, pero también por diferido
queremos
con palabras evocar e invocar, saborear de nuevo algo perdido o algo que nunca
pasó, convertir en un ensueño una historia común
a la vez
que procesar esa inmensa conmoción que es el amor, tanto en su parte feliz como
en lo que se sufre
amor se fue
mientras
duró
de todo
hizo placer
cuando se
fue
nada dejó
que no doliera
dice ese
verso de Macedonio
pienso que
tenemos que permitirnos esas DOS libertades, escribir acerca del amor y
escribir poemas de amor (poemas, cartas, textos, mensajes, historias, canciones
etc.) directamente a alguien –sea real o imaginario o mezcla-
ahí la
poesía nos toma de la mano y nos lleva si perdemos miedo por ejemplo a lo
trillado, si alegremente dejamos que la lapicera diga tus ojos son el cielo o
me rompiste el corazón en mil pedazos, porque una vez pasada esa puerta
aparecerán miles de palabras y frases más, tan inútiles como imprescindibles
hablar de
amor puede ser absurdo y hasta idiota a veces
no hablar
de amor es darle el partido ganado a la muerte
un apéndice
de este capítulo es la voz cambiada que nos surge a veces en la poesía, se nos
endulza la voz interior y además como en las canciones sin saber por qué
hablamos de tu
eso en
ámbitos –campos simbólicos diría p. Bordieu- sería escribir mal, y de nuevo ser
cursi o no se qué
pero no se
comprende al juzgar qué está pasando, por qué se nos cambia internamente el
registro, y ahí vuelvo al principio
estamos en
el idioma de la poesía, el único que le entra hondo al amor, y no es ni el
académico ni el de la calle, es el que dice sin ti
Hace poco tiempo se pusieron de moda las novelas históricas
románticas un género que
Una novela histórica
romántica es un género que combina dos géneros: la novela histórica,
ambientada en un período histórico específico, y la novela romántica, que tiene
una historia de amor como trama principal. El argumento se desarrolla en el
pasado, con personajes ficticios o reales, y se enfoca en la evolución de una
relación amorosa a través de los obstáculos de la época.
Con varias autoras argentinas como Florencia Bonelli, Florencia
Canale y la autora local Veronica Sordelli, entre otras
en una entrevista Bonelli afirma:
– B: Chicas, nosotras escribimos historias que tiene por eje
el amor porque nos encanta y punto.
Para terminar les comparto aquella canción de Leslie Caron
con su Títere
HI-LILI
En cada árbol hay un pájaro
cantar una canción de amor
en cada árbol hay un pájaro
y cada uno que escuché
podría romper mi corazón sin una palabra
cantar una canción de amor
una canción de amor es una canción triste
hi-lili, hi-lili, hi -lo
una canción de amor es una canción es una canción de dolor
no me pregunta cómo me sabes canción
Una canción de amor es una canción triste
Hi-lili, hi-lili, hi-lo
Una canción de amor es una canción de dolor
No me preguntes cómo lo sé
Una canción de amor es una canción triste
Porque he amado y es así
Hi-lili, hi-lili, hi-lo, hi-lo
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