capítulo 13 – leer poesía – escribir la lectura

 

un poema es como un gorrión detenido en una rama. inmóvil pero relleno de pólvora

hacerlo volar con una lectura también es hacerlo estallar: encontrar miles de sensaciones posibles, ver la misma imagen con distintos ojos

sentir lo que hacer vibrar un metal interno y lo que la razón se da el gusto de analizar en sus maquinarias asociativas

la pregunta fallida ante el poema es qué está queriendo decir el poeta? qué significa ese verso?

fallida en tanto no hay una verdad única

una vez lanzado ese pájaro rabioso de belleza al mundo ni el propio autor tiene incidencia sobre su propio vuelo

la poesía no se deja adueñar por nadie ni por nada en su milenario y siempre nuevo misterio

cuando nos encontramos con un poema podemos pensar muchas cosas…

cuando son de otras épocas: qué lecturas tenían en ese entonces y ahora

// un ejemplo de cómo pueden tener lecturas diferentes en momentos históricos es el siguiente poema de Alfonsina:

                               

 

               

 

 

    Yo soy como la loba.

    Quebré con el rebaño

    Y me fui a la montaña

    Fatigada del llano.

 

Yo tengo un hijo fruto del amor, de amor sin ley,

Que no pude ser como las otras, casta de buey

Con yugo al cuello; ¡libre se eleve mi cabeza!

Yo quiero con mis manos apartar la maleza.

 

Mirad cómo se ríen y cómo me señalan

Porque lo digo así: (Las ovejitas balan

Porque ven que una loba ha entrado en el corral

Y saben que las lobas vienen del matorral).

 

¡Pobrecitas y mansas ovejas del rebaño!

No temáis a la loba, ella no os hará daño.

Pero tampoco riáis, que sus dientes son finos

¡Y en el bosque aprendieron sus manejos felinos

-fragmneto-

y pensar en el momento en que lo escribió y lo que significaba ser madre soltera –vergonzoso, escondido- y cómo se leería en este momento histórico con la reivindicación de la muer y sus derechos…-

//

 

re leer varias veces para ver qué palabras nos resuenan

leer en voz alta y volver a pensar…

hacernos internamente la idea de cómo le explicaríamos este poema a un niño o a un extraterrestre…

leerlo de abajo hacia arriba (ejercicio para detenernos un poco)

encontramos algunas referencias de un libro de :

Alicia GENOVESE, Leer poesía: lo leve, lo grave, lo opaco

 

la autora se propone acercar la poesía a potenciales lectores que, imbuidos en los discursos predominantes que priorizan la comunicabilidad del lenguaje, pudieran sentirse intimidados ante un género considerado “opaco”. Por esta razón, la autora realiza en la primera parte del librouna reivindicación del género poético, subrayando su utilidad y su actualidad. Como dijimos, los discursos que predominan en nuestros díasse caracterizan por la transparencia del lenguaje, puesto que tienen como finalidad asegurarla comunicación. Estos discursos, fáciles de decodificar, producen un achatamiento de la percepción de lo real debido a la repetición y a su previsibilidad. El género poético, en cambio, invierte ese lenguaje al servicio de la comunicación para generar una reactualización de la experiencia de la percepción de lo real. En palabras de la autora: “Escribir poesía es negar el lenguaje como maquinaria que se coloca en piloto automático e impide acercarse a la compleja singularidad que plantea la experiencia con lo real” (2011:16). El lenguaje de la poesía, al perder transparencia,

Es la idea del poema como un espacio al mismo tiempo cerrado y abierto, un microcosmos denso de significación que traduce y resignifica la dispersión del mundo. El poema como un territorio gobernado por unafuerza centrípeta y una fuerza centrífuga o, en otras palabras, la dialéctica del adentro y el afuera que advirtió con tanta lucidez Maurice Blanchot en El espacio literario(1955). Tal vez sin proponérselo, Alicia Genovese avanza en espirales sin perder del centro la metáfora espacial. Para ella el poema tiene “puertas” más o menos abiertas a la interpretación (52) y “zonas” de diferentes tonos y registros (52). Percibe que el“espacio poético” (33) es un “espacio íntimo” (102), “cercano” (138), un “espacio de afirmación y negación de subjetividades” (112).El poema es la casa, el hábitat natural de una poeta. Más allá de la imagen, elocuente por sí misma, los ensayos exploran distintas maneras de entender el espacio poético.

/

Leemos en las páginas 33 y34 de Leer poesía:En el espacio poético pueden convivir y engarzarse zonas referenciales, fragmentos derelatos, escenas reconocibles que empujan dentro del poema lo concreto; pero esemundo objetivo es arrastrado desde una captación subjetiva que lo aglutina, aun en suaparente desorden. En el poema, el mundo representado sale de la indiferenciacióncon la que se presenta en el mundo real, se mezcla con procesos subjetivos, se asociacon los contenidos inconscientes que todo poema lleva en su lenguaje, esa agua barro-sa y mezclada con sedimentos, empujada desde su energía compositiva. (33-3

Creo que cuando terminamos su lectura experimenta-mos la sensación de estar bien equipados para el viaje, mejor preparados para tomar por asalto la letra, correr los cerrojos y poner a girar las llaves que custodian celosa-mente la significación del poema.

**

por otro lado pensamos en la comprensión y/o el entender la poesía (cuando desde algunas miradas es opaca, oscura, irracional) como en una época encontrábamos la frase “Spinetta no se entiende”

escritores como Juan Luis Martínez plantean que el lector debería, de entrada, renunciar a entender. Quizás así podríamos acceder a un tipo de relación basada más en el placer, en el gusto gratuito, porque sí no más.

 

parecido nos sucede con otras obras de arte, algunas de la pintura, del cine, del teatro, la danza, la música y demás

 

una especie de oblicación snob, busguesa y pedante en ciertos cículos casi que obliga a expresar un juicio racional y coherente sobre algo que escapa a esos parámetros en su inasible misterio

y otros nos permitimos la “idiotez” de Cortázar

Y jamás se me ocurriría discutir con mi mujer o con mis amigos porque sé que tienen razón y que en realidad han hecho muy bien en no dejarse ganar por el entusiasmo, puesto que los placeres de la inteligencia y la sensibilidad deben nacer de un juicio ponderado y sobre todo de una actitud comparativa

 

Pero muchos me han dicho que mi entusiasmo es una prueba de inmadurez (quieren decir que soy idiota, pero eligen las palabras) y que no es posible entusiasmarse así por una tela de araña que brilla al sol, puesto que si uno incurre en semejantes excesos por una tela de araña llena de rocío, ¿qué va a dejar para la noche en que den King Lear? A mí eso me sorprende un poco, porque en realidad el entusiasmo no es una cosa que se gaste cuando uno es realmente idiota, se gasta cuando uno es inteligente y tiene sentido de los valores y de la historicidad de las cosas, y por eso aunque yo corra de un lado a otro del Bois de Boulogne para ver mejor el pato, eso no me impedirá esa misma noche dar enormes saltos de entusiasmo si me gusta como canta Fischer Dieskau. Ahora que lo pienso la idiotez debe ser eso: poder entusiasmarse todo el tiempo por cualquier cosa que a uno le guste, sin que un dibujito en una pared tenga que verse menoscabado por el recuerdo de los frescos de Giotto en Padua. La idiotez debe ser una especie de presencia y recomienzo constante: ahora me gusta esta piedrita amarilla, ahora me gusta "L'année dernière à Marienbad", ahora me gustas tú, ratita, ahora me gusta esa increíble locomotora bufando en la Gare de Lyon, ahora me gusta ese cartel arrancado y sucio. Ahora me gusta, me gusta tanto, ahora soy yo, reincidentemente yo, el idiota perfecto en su idiotez que no sabe que es idiota y goza perdido en su goce, hasta que la primera frase inteligente lo devuelva a la conciencia de su idiotez y lo haga buscar presuroso un cigarrillo con manos torpes, mirando al suelo, comprendiendo y a veces aceptando porque también un idiota tiene que vivir, claro que hasta otro pato u otro cartel, y así siempre.

TEXTO CORTÁZAR 

 

les comparto otro libro con interesantes lecturas, se llama Cómo leer un poema de José Luis Menéndez, aquí unos fragmentos y el link del libro completo:

el ofrecimiento de una nueva forma es, en definitiva, otra manifestación de

la voluntad de búsqueda del hombre, de su curiosidad infinita. Siempre frente al

mar se ha querido descubrir lo que había más allá del agua. Frente a las montañas

infranqueables, lo que se vería después de atravesarlas. Frente a la inmensidad

del espacio, la cara oculta de la luna, la luz primera de la noche infinita. Frente a la

suma de todas las palabras, las palabras que faltan, las que pueden juntarse para

soñar lo que no se posee, para explicar, por fin, lo que todavía no tiene explicación.

En esa aventura, profundamente humana, sobre la materialidad de un lenguaje,

la poesía se mueve, pacientemente, con la vigilia y el ardor de una mano que teje y

desteje sus misterios.

El lenguaje en tensión, la suma de palabras mucho más rica, más emotiva,

más enfática, en torno a las cosas que se dicen, ese “algo más” con que se puede

descubrir o imaginar un hecho, soñarlo, sufrirlo, quererlo, denunciarlo, es senci-

llamente la poesía.

Si tuviéramos que definir sus atributos esenciales, es decir, aquello sin lo

cual un texto podría ser cualquier cosa, incluso algo brillante y conmovedor, pero

no poesía, citaríamos por lo menos dos: musicalidad en la formación de los versos

-sobre lo que ampliaremos después-, y originalidad en la forma de construir los

conceptos.

Originalidad en una doble variación posible: primero, la de decir algo que

conceptualmente no haya sido dicho, o bien, la de ocuparse de temas o situaciones

habituales, pero mostrándolos con una forma nueva, aunque sea una leve variante,

un ligero matiz, que justifique la intención del poeta, y le aporte al lector alguna

visión inesperada. Si leemos:

“escándalo de miel de los crepúsculos” (a)

es evidente que ello encierra algo más que una figura descriptiva; de igual

modo, si alguien nos escribe:

“tu corazón se enjoya con peces y naufragios” (b)

advertimos, obviamente, algo que trasciende a un sencillo dolor

 

CÓMO LEER... completo 

 

EN TIEMPOS DE LO VERTIGINOSO Y DEL RECIBIR VELOZ TANTO CONTENIDO LA POESÍA NOS INVITA A DETENERNOS A IR MÁS LENTO

una lectura que mucho recomiendo como método es

copiar, transcribir el poema a mano

si surge alguna idea escribirla al margen o debajo

ese transcribir nos hace cuerpo de otra manera el pulso de cada palabra poética, al tiempo de algún modo nos contagia

(también era una manera de meditar en la antigua china y en la edad media. en el arte de la caligrafía como creación espiritual en la primera y como meditación profunda de los copistas en la segunda)

saboreando como me dijo un antiguo profesor, Hugo Cowes, palabra por palabra

allí en ese ejercicio nos nutre otra manera silenciosa, casi inconsciente de “entender” la poesía

HACER UNA LECTURA y escribirla también es una actividad muy nutritiva para el propio escribir

más allá de que uno vaya a compartir esa lectura (por ejemplo en una publicación de red social)

en primer lugar en que lo asocio con mi propio mundo, mi propia mirada del mundo y mis vivencias

-que también incluyen lecturas, pero no solo de palabras, de películas, de anécdotas felices o tristes, de imágenes, de sueños de deseos, de músicas-

todo lo que nos puede señalar este verso de Federico Garacía Lorca acerca de la guitarra:

y como la tarántula

teje una gran estrella

para cazar suspiros,

que flotan en su negro

aljibe de madera

 

o cuántas palabras nos surgirían en este poema de Borges, que también tiene su guitarra:

 

“1964”, de Jorge Luis Borges

I

Ya no es mágico el mundo. Te han dejado.

Ya no compartirás la clara luna

ni los lentos jardines. Ya no hay una

luna que no sea espejo del pasado,

cristal de soledad, sol de agonías.

Adiós las mutuas manos y las sienes

que acercaba el amor. Hoy sólo tienes

la fiel memoria y los desiertos días.

Nadie pierde (repites vanamente)

sino lo que no tiene y no ha tenido

nunca, pero no basta ser valiente

para aprender el arte del olvido.

Un símbolo, una rosa, te desgarra

y te puede matar una guitarra.

II

Ya no seré feliz. Tal vez no importa.

Hay tantas otras cosas en el mundo;

un instante cualquiera es más profundo

y diverso que el mar. La vida es corta

y aunque las horas son tan largas, una

oscura maravilla nos acecha,

la muerte, ese otro mar, esa otra flecha

que nos libra del sol y de la luna

y del amor. La dicha que me diste

y me quitaste debe ser borrada;

lo que era todo tiene que ser nada.

Sólo que me queda el goce de estar triste,

esa vana costumbre que me inclina

al Sur, a cierta puerta, a cierta esquina.

 

un par de ejemplo entre miles

se me viene unos versos de Sor Juana Inés de la Cruz con las “cosas locas” y hermosas que dicen los poemas:

óyeme con los ojos,
ya que están tan distantes los oídos,
y de ausentes enojos
en ecos, de mi pluma mis gemidos;
y ya que a ti no llega mi voz ruda,
óyeme sordo, pues me quejo muda.

 

volviendo al tema de HACER UNA LECTURA aquí nos diferenciamos de la CRÍTICA LITERARIA que es una disciplina muy importante e interesante pero que va por otro carril:

La crítica literaria (también, análisis literario) es, en términos de la ciencia humanística, una de las tres disciplinas de la ciencia de la literatura, aquella que desempeña una función dominantemente aplicativa sobre los textos, a diferencia de la teoría literaria y la historia literaria, si bien también existe una muy desarrollada «teoría de la crítica», que epistemológica y metodológicamente fundamenta o se propone la elaboración de la crítica directa o aplicada.1​ La crítica literaria, que de manera natural se relaciona con la retórica, la poética y en general la teoría literaria, consiste propiamente en el ejercicio de análisis y valoración razonada de la literatura.

La crítica literaria es un análisis y la evaluación de obras literarias con el fin de comprender su significado, valor y efectividad, en la que se trata de examinar en profundidad los distintos aspectos de una obra para extraer conclusiones fundamentadas sobre su calidad y relevancia.

Básicamente, una crítica literaria es un ejercicio intelectual que busca interpretar y evaluar una obra literaria desde diversas perspectivas, donde se incluir aspectos como la trama, los personajes, el estilo del autor, los temas tratados y la técnica narrativa utilizada, pudiendo aplicarse a cualquier tipo de texto literario, desde novelas y poemas hasta obras de teatro y ensayos.

//

aquí proponemos más bien el hacer una lectura propia personal, más o menos subjetiva

que se puede escribir directamente desde el yo

“lo que a mí me genera esa tarántula en araña temible pero acá una tejedora de música, me lleva del miedo a las estrellas…”

o en una tercera persona con un todo más neutral:

el proponer de Borges en su poema a la muerte como “una oscura maravilla” genera una contradicción entre ansia y miedo, una libertad final que acecha detrás de todo…”

con tonos personales como preguntas:

“qué oirá esa mirada, recibirá la belleza, la queja muda como un grito?”

 

 

se puede escribir en prosa, como un pequeño “ensayo” –género que ya veremos aparte- o incluso como un poema

esa música vana

ese grillo en la ventana tan sencillo

conmigo canta porque sí

canta por nada

y me levanto poema en la mañana

 

será más transmitir el sentir que “explicar”

será más “contar” el poema que juzgarlo

y de algún modo, directo o accidental dar a los otros a caer en esa trampa sin retorno de la poesía en la vida

 

 

 

 

 

 

 

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